Vi a un joven muy enamorado de una chica, como todo joven muy pegado a ella y ella a el, prodigándose palabras lindas, hablándose al oído y con el rostro que irradiaba alegría; hasta que subió una señora muy humilde, se sentó delante de ellos, él al instante su rostro se convirtió en un rostro de compasión, con un poco de tristeza. Subió un vendedor de chocolates, la señora quizás con hambre se le quedó mirando al muchacho de los chocolates. el chocolatero ofreciendo sus productos llegó hasta el joven enamorado, este muy atento y colaborador le pidió 3, uno para él supongo, otro para su enamorada y el tercero para la señora humilde que estaba en un asiento delante de él.La señora quizás no esperaba esta invitación, pero, no tuvo tiempo ni de agradecer, porque le hambre apremiaba, devoró en un segundo el chocolate, después dió la vuelta y con la voz muy calmada y bajita agradeció - Muchas Gracias Joven, yo sabía que Dios nunca abandona a los que le aman, Dios lo Bendiga. y bajo en el siguiente paradero, el cobrador no le cobró el pasaje diciendo "Parece que hubiera subido sólo a comer"...
Casi siempre el amor tiene diferentes formas en un mismo lugar... a veces ese amor se llama compasión, otras veces se llama solidaridad, otras en bondad, en Fe, en templanza,en valor...
Soy tan sensible a eso, quizás porque yo me di cuenta de eso muchas veces... una de ellas la que me conmueve, cada vez que lo recuerdo, sucedió cuando tenía apenas 24 años... vivía enamorado de mi esposa actual, cuando vi a una mujer, muy humilde igual al de la historia de autobús, pero muy joven con un bebé en la espalda, estaba yo con mi primo en una juguería acabando nuestra porción de jugo de papaya, cuando se acercó la chica, flaca ella, con su ropa muy gastada, y el bebé gordito en su espalda, muy alegre, a pedir "por favor me puede invitar un vaso de jugo", la señora de la juguería no se que le dijo, la verdad ni siquiera escuche la respuesta, pues yo al escuchar ese pedido me acerque a ella y le di no se, si era un sol, lo que costaba el vaso de jugo y luego mi primo dijo "oye como se te ocurrió darle si tu paras a las justas con el dinero", y de mis labios salieron "No se, pero no quisiera que le pase eso a Betty alguna vez" de verdad me dio mucha pena ella, pero yo sentía mucho amor por Betty y mucha compasión por esa mujer. como en ese momento pude relacionar al amor de mi vida con la compasión que tuve por aquella joven.
otra fue, cuando un día caminaba con mi esposa y mi primer hijo Alonso de apenas 4 meses creo, cuando un ladrón muy alto y musculoso, la miró y fue directo a querer robarle, yo movido por un impulso y dejando todo el temor, me puse delante de ella y le enfrente al aquel ladrón, el tenía todas las de ganar, un arma, el peso y la talla muy superior a mi, pero tal fue mi determinación, impulsado por el amor, que quizás hasta podría haber dado la vida por los dos seres que mas amaba.
Si el amor que conocemos, el amor humano, puede llegar a ser tan bondadoso, tan heroico... Hasta donde llega el amor de Dios... que te dice "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen"
No hay comentarios:
Publicar un comentario